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viernes, 17 de enero de 2014

razones para

3.
guardar
1. tr. Tener cuidado de algo, vigilarlo y defenderlo.
2. tr. Poner algo donde esté seguro.

Pero esta vez, ella lloró. Cuando el primer par de lágrimas amenazó con derrapar por las mejillas, apretó los párpados. Y lloró como una niña. Sólo que no pedía nada. Sollozaba. Después se inclinó sobre la encimera de la cocina en un perfecto ángulo recto. Y "tap... tap...". Hizo fuerzas.
Cuando el vaso medio lleno empezó a temblar, se bebió un precioso cocktail de secreciones saladas y rastros del lápiz de ojos. Sin que le diese el aire. Rápido, como quien se medica. Sin respirar.

razones para

2.
volar
2. intr. Elevarse en el aire y moverse de un punto a otro en un aparato de aviación.

-Oye, niña. ¿A dónde lleva esto?
-Los chalecos salvavidas se encuentran situados debajo de sus asientos. Se introduce la cabeza por la abertura, se abrocha el cierre de la parte delantera y se ajusta a la cintura tirando del extremo. Para inflarlo tire fuertemente del tirador rojo. Siempre en el exterior del avión. En caso necesario puede inflarlo soplando por el tubo.
-No sé qué hago aquí. La vida se me cae a trozos. No a mí, al mundo. Por las mañanas, cuando enciendo el televisor, éste condensa una ínfima parte de toda la tristeza que recayó en el mundo el día anterior. O el mismo, qué sé yo. El caso es que es tristeza, aunque esté caducada; y ese pequeño chupito de tristeza me emborracha, y me da para todo el día. Y al día siguiente, cuando ya se me ha pasado el efecto etílico de las lágrimas ajenas, vuelvo a encender la tele y vuelvo a ver las noticias y vuelvo a ver niños que pasan hambre y gente que grita y un altruismo que se pasa de egoísta y faltas y excesos. Y otra vez. Otra vez me lo bebo todo.
-En caso de despresurización, se abrirá automáticamente un compartimento situado encima de sus asientos que contiene las máscaras de oxígeno. En ese caso, tire de la máscara, colóquela sobre la nariz y la boca y respire con normalidad.
-Creo que no me entiendes. Hablo de cicatrices, no de accidentes. Cicatrices de hoy, de ayer. Quizás, pensándolo mejor, la peor sea la tristeza que caducó, ¿no es cierto? Que la tristeza sea vieja, que siga siendo reconocida como tal, implica que sigue existiendo la desesperanza. Que aún hay líquido en la botella, ésa que ahoga y aprieta. Si no hubiera tristeza nueva, la antigua sería simplemente un picor.
-Cada asiento dispone de un cinturón que se abrocha insertando la trabilla en su enganche correspondiente. Para soltarlo, simplemente levante la lengüeta del enganche. Como medida de precaución adicional, le recomendamos que permanezca con el cinturón abrochado durante el vuelo. Muchas gracias por su atención, y feliz vuelo.
-A la mierda...
Nunca dejes subir a una azafata al avión de la vida.

razones para

1.
aprehender
1. tr. Coger, asir, prender a alguien, o bien algo, especialmente si es de contrabando.
2. tr. aprender (llegar a conocer).

Qué voy a saber yo. Si tengo dieciocho años. Que nací ayer. En serio. Que si mi vida es andar, estoy apoyando el talón. Que todavía creo a veces en las personas, y confío en ellas, y me ciego un poco, y me da por pensar que la piedra con la que me tropiezo puede formar parte de un castillo de memoria. Que tengo esperanza. Que sueño por las noches.
Qué coño voy a saber yo de nada. 
Sé tan poco que hasta aprendo. Aprendo a veces, y hay personas que me enseñan. Porque sí, porque las personas se vuelven maestras con un movimiento de cabeza, o con un saludo, o con un abrazo, o con una patada en el culo. ¡Y te voy a robar lo que emanas y lo voy a filtrar y lo voy a procesar y lo voy a cocinar y lo voy a seleccionar y lo voy a mimetizar y lo voy a modelar y lo voy a rotular y lo voy a cortar y lo voy a pegar y lo voy a agrandar y lo voy a asir y lo voy a soñar y lo voy a lanzar y lo voy a mirar y lo voy a esperar y lo voy a quemar y lo voy a esnifar y lo voy a fumar y lo voy a beber y lo voy a supurar y lo voy a arrastrar y lo voy a aprender y lo voy a morder! Yo aprendo. Y enseño. Porque tengo dos piernas, dos brazos, dos ojos, tengo cabeza, pies, dedos, dientes. 
Pero, ¡eh!, ¿yo acaso sé algo?